http://youtu.be/zXZj4O5T25I ( Musica de fondo ....)
Era algo que no podía evitar,
que los ojos llorasen de vez en cuando,
que me acariciara una sonrisa,
que me detuviera un anhelo,
que mirara caer la lluvia sin esperanza,
que algún amigo se fuera de su mano sin más,
que gritar al amor por todo era suficiente,
que diera valor a un instante que ya se había perdido,
que sintiera que el paso del tiempo pesara más de lo debido,
que mirarse al espejo de vez en cuando te devolvía al pasado,
y que el fantasma de un recuerdo quizá te perseguía.
No podía evitar,
llorar de felicidad, de tristeza, alegría, dolor o nostalgia;
ni tampoco,
reír por una broma, una mirada, una situación forzada, una chispa de confianza, una actuación famosa o el verter del recuerdo en tu balcón mientras aprovechas el momento.
No podía distinguir muchas veces entre luchar y seguir, perseguir y arriesgar, rendir y despojar, entender y actuar, sentir y renunciar, desplegar y sincerar, alterar y calmar, destinar y cumplir un sueño.
Aquella era como la música de un lago de invierno, un silencio frío que posiblemente hiciera que mi garganta no pudiera describir y mis lágrimas sí.