El día amanecía gris, como cada mañana, y cada noche siempre se teñía de negro, ya apenas la quedaban lágrimas en sus ojos, porque estaban secos de tanto llorar. Los gritos y humillaciones que venía sufriendo cada día, eran constantes, y taladraban las paredes de su alma, las de su piel y las de su casa. No podía aguantar más, necesitaba huir de esa prisión desesperada en la que estaba sumida, pero ella no encontraba salida a esa situación que la estaba matando cada día, solo callaba y lloraba en silencio procurando que sus hijos no descubrieran su lenta agonía para que no sintieran rencor hacia su padre. Pero ella necesitaba salir de esa pesadilla en la que se encontraba porque sino, quizá, algún día, no amanecería gris, sino envuelto en sangre...
Comienzo esta entrada con un microrrelato inventado por mí, aunque por desgracia, cada día, en el mundo hay muchos casos parecidos como el que acabo de inventar, de mujeres que son maltratadas física y psicológicamente por sus parejas, que aguantan y callan por temor.
Si eres víctima de la violencia de género, nunca guardes este tipo de secretos, se transparente con los demás, actúa, no te quedes quieta, o si lo presencias, o sospechas de algún caso, ¡¡¡¡¡¡¡¡denúncialo!!!!!!!!! porque hay que luchar contra la violencia de género, y contra cualquier tipo de violencia.